Cinco capítulos temáticos proponen una mirada local sobre la relación entre los sujetos que erigen la realidad desde la arquitectura y las comunidades que se ven interpeladas por las prácticas, situaciones y objetos que de ella derivan a través del tiempo, argumento que supone la puesta en valor de esta concomitancia como una clave en la formación identitaria de Chile en sus dos últimos siglos de existencia.